Postergan votación en la Convención Constitucional de Chile

La Convención Constitucional de Chile suspendió esta madrugada -tras 18 horas de debate y ocho votaciones- la sesión para cambiar la presidencia del órgano, hasta ahora en manos de la académica mapuche, Elisa Loncón, y anunció que volverá a reunirse en las próximas horas.

«La Mesa Ampliada, con el objetivo de deliberar de mejor manera y debido al cansancio evidenciado por las y los constituyentes, ha decidido suspender la sesión», indicó Loncón.

Cristina Dorador, bióloga de la Universidad de Chile y doctorada en microbiología en el instituto Max Planck y la Universidad de Kiel en Alemania, fue quien estuvo más cerca de lograr la presidencia al alcanzar 72 de los 78 votos necesarios.

La jornada estuvo marcada por intensas negociaciones de último minuto en los patios del ex Congreso Nacional, donde funciona la Convención.

Durante la sesión de ayer de la Convención, la capacidad negociadora y dialogante que caracterizó la elección de Lonc+on hace seis meses estuvo ausente hasta el último segundo y la correlación de fuerzas varias veces se desarmó, en medio de una constante tensión.

La mayoría de los colectivos negociaron su respaldo por alguna carta buscando asegurar la presencia de uno de los suyos en la mesa ampliada que conforman siete constituyentes más, aparte de la presidencia y la vicepresidencia.

La convención tiene nueve meses -prorrogables por una sola vez por otros tres- para redactar una nueva Constitución.

El texto deberá ser validado en un «plebiscito de salida», de voto obligatorio al que deberá convocar el Gobierno del presidente electo, Gabriel Boric, quien asumirá la presidencia el próximo 11 de marzo.

Los 155 constituyentes fueron elegidos en una doble jornada electoral el pasado 15 y 16 de mayo del año pasado, de forma paritaria y con la inclusión de 17 escaños reservados a los pueblos originarios.

 

La nueva Constitución

La redacción de la nueva Constitución surgió como una salida institucional al estallido social de octubre 2019, cuando millones de chilenos rechazaron en manifestaciones el modelo económico heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que también legó a Chile su actual Constitución.

Considerado durante décadas un ejemplo a seguir por sectores de derecha de la región y el mundo, el modelo neoliberal pinochetista hizo de Chile uno de los países más desiguales.

Los manifestantes de 2019 señalaron la vigente Carta Magna como origen de esa desigualdad.

La Constitución de Chile se redactó en 1980 bajo la dictadura de Pinochet y fue plebiscitada en una consulta sin registros electorales ni controles republicanos para establecer el modelo económico neoliberal que rige aún el país.